Que poca importancia le damos a la
infancia, nuestra mejor etapa y no sabemos aprovecharla en nuestra
pequeña mente solo queremos jugar los primeros años luego enseguida
empezamos a querer crecer y hacer esas cosas de mayores que vemos a
nuestro alrededor tan entretenidas.
Y cuando llegamos a esa edad es cuando
echamos la vista atrás y recordamos la infancia lo bueno de ella
nuestras primeras amistades, aquellas tardes que pasábamos las horas
con los juguetes y la imaginación que con solo un muñeco montábamos
una historia, o en ellos reflejábamos lo que en el cole vivíamos
castigos, y el que nos tratasen de bichos raros o nos convertíamos
en mamas por unas horas sobre todo con el baby boom, y los nenucos.
Si cogíamos las barbis enseguida
montábamos la historia de nuestro sueños con aque príncipe azul
que algunas veces efectivamente seria ken y otras tantas era el
muñeco de nuestro hermano mayor, y se convertía en la profesión
que queríamos estudiar que si un día profe, otro medica, al
siguiente veterinaria, peluquera , cada vez se ganaba la vida de una
forma distinta.
Los pinypon y legos que decir de ellos
lo que me ayudaron a conocer los nombres de los animales, lo que era
una granja, y las historias del barco pirata.
Aquellas tardes que hacia bueno o ya
estabas aburrida y te bajaban al parque que si juegas con la comba,
correr al tobogán, los columpios, aquellos partidillos de fútbol o
mas bien de dar patadas al balón con tu hermano mayor o con quien te
hubiera bajado mama, abuelo.
Y por supuesto no podía faltar nunca
en casa aquellos libros de colorear anda que no habré pasado horas
con ello, y como nos fuéramos a casa de algún familiar había que
llevarlo si o si ya que era lo único que conseguía hacerme estar un
poco entretenida y no corretear por todos los lados, lo mismo pasaba
con los libros de cuento mas pegatinas.
De los peluches ni hablemos cuantos mas
mejor , para luego estar en la cama pues me solo los utilizaba para
dormir y sobre todo a los que tenia forma de ositos.
Pero todo ello paso sin apenas darnos
cuentas y lo fuimos reemplazando por cómic que a sube enseguida
dejaremos de lado para empezar con las revista la bravo, supe pop,
nuevo vale por supuesto no podían faltar cada lunes en tu
habitación, y la loka cada mes ya con esas 4 creías saberlo todo,
vamos que te podías comer el mundo pues te daban todo lo que por
entonces te interesaba y necesitabas saber, menos mal que a los pocos
años de nuevo vuelves a dejarlo de lado para empezar a leer libros,
consolas, quedar con amigos, salir, escuchar música, ir a
conciertos, y cuando un buen día nos damos cuenta vemos que nuestra
habitación ha cambiado que de estar rodeada de juguete, peluches a
dado paso a unos póster, las estanterías que antes era de muñecos
hoy son de CDs y libros, aque baúl donde guardabas las barbis a día
de hoy contienen las consolas y sus juegos, y de la noche a la mañana
apareció un nuevo compañero de aventuras como es el ordenador, y la
minicadena.
Apenas quedan unos peluches en la cama
que te recuerdan que un día fuiste niña, y varias barbis junto con
pequeños entretenimientos como era la comba, la peonza, el yoyo que
eso están guardados en un trastero a la espera de que algún día
vuelvan a ver la luz aunque solo sea por unas horas o días en la
manita de tu prima pequeña.
Quien volviera a coger la infancia e
inocencia de esos años, donde todo era felicidad.
la foto con la que os dejo hoy es muy especial para mi ya que es de jugete peluche preferido el favorito que se llama osi que me acompaña desde que tenia 2 dias de vida y logicamente es imposible que le deje por hay.
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